Freitag, Mai 10, 2013

"Jim Shvante" (1930) By Mikhail Kalatozov



Deep in the Caucasian mountains is the region of Svanetia; cut off from civilization by mountains and glaciers.  They have snow 8 months out of the year on their mountain pass and thus the Ushkul tribe has remained isolated for centuries, maintaining almost intact their customs and traditions.

“Jim Shvante” ( Salt For Svanetia ) (1930) was directed by Herr Mikhail Kalatozov and certainly  is a brilliant, astonishing Soviet film masterpiece that must be watched by any worthy silent film fan.

The film is a semi-documentary about the Ushkul tribe, and their harsh conditions of life in their isolated region.  Naturally the communists come to the rescue and provide a brilliant economic plan that brings the region into the twentieth century but of course their way of living and religion must go in the name of progress. It seems that Georgian film directors like Herr Kalatozov (who began his career as a cameraman), had a special fondness for documentaries, giving this film format an excellent opportunity to depict the special idiosyncrasies of the Georgian country.

“Jim Shvante” makes brilliant use of the camera and has many inventive technical tricks.  Of course this is all in the service of propaganda but is aesthetically exciting. Every shot in the picture is full of epic atmosphere and of course we have the contrast of Soviet progress and modernity (lots of close-ups of machinery and collective human efforts) with the underdevelopment of the Svans who are being held back by their religion and customs. The film is an inventive mixture of symbolism, ethnography and propaganda.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must continue his aristocratic isolation from the modern world.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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En lo más profundo de las montañas del Cáucaso, se halla la región de Svanetia; aislada ésta de la civilización debido a sus montañas y glaciares, excepto durante un pequeño periodo de tiempo sin nieves ( la nieve está presente en la región durante 8 meses al año ) en donde se puede utilizar un pequeño paso entre las montañas; en tan inhóspita región se halla el pueblo de los Ushkul; aislado durante siglos, han mantenido casi intactas sus antiquísima costumbres y tradiciones.

El filme “Jim Shvante” (1930), dirigido por Herr Mikhail Kalatozov, es una brillantey  sorprendente obra maestra del cine soviético que todo cinéfilo silente que se precie debe contemplar.

El filme es un semidocumental acerca del pueblo de los Ushkul, sus antiguas tradiciones y durísimas condiciones de vida en la región de Svanetia; el filme incluye además la consabida propaganda comunista en relación ésta con el progreso que la gente del lugar necesita y que los comunistas traerán gracias a su plan económico, construyendo grandes carreteras las cuales pondrán fin a su aislamiento y peculiares hábitos, como puede ser el uso de la religión.

“Jim Shvante” es un prodigio en cuanto al uso de la cámara y su espectacular fotografía; la película está filmada desde cualquier ángulo y movimiento de cámara posible, además del uso de efectos especiales, posible todo ello gracias a la habilidad de Herr Kalatozov que por algo inició su carrera como cámara cinematográfico.

Los directores Georgianos, como es el caso de Herr Kalatozov, siempre han mostrado un especial interés por el género documental, ofreciendo éste formato cinematográfico una excelente oportunidad para reflejar la especial idiosincrasia del pueblo Georgiano.
Aunque en “Jim Shvante” algunas de sus escenas son impostadas, prevaleciendo el esteticismo y la composición del plano antes que la veracidad de sus imagines, estas resultan ser igualmente fascinantes, repletas de simbolismo, presente éste durante todo el filme, combinando dichas secuencias con otras más realistas y de carácter etnográfico.

Cada plano del filme es fascinante, pudiéndose apreciar una atmósfera épica sobre todo al final de la película en donde se incluye la consabida propaganda comunista, no lastrando ésta las intenciones artísticas del director Georgiano, más bien todo lo contrario, pues éstas escenas son igualmente magníficas al hacer uso de la estética de los filmes soviéticos de la época, esto es, primeros planos, maquinarias y esfuerzos humanos colectivos, un contrapunto éste de modernidad y progreso en relación con el atraso decimonónico de los lugareños en relación con el uso de la religión, consiguiendo en su conjunto Herr Kalatozov, una obra fascinante, una ingeniosa mezcla de simbolismo épico, etnografía y propaganda, toda una obra maestra del cine soviético, ja wohl!.

Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que seguir con su aristocrático aislamiento del mundanal mundo moderno.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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