Freitag, Dezember 12, 2008

"Beyond The Rocks" (1922) By Sam Wood


At this silent point, it is not necessary to explain who were Dame Gloria Swanson and Herr Rudolph Valentino, two silent icons both well known and recognizable for anyone interested in the silent era or even afterwards.
Both silent stars worked together in only one film, “Beyond The Rocks” directed by Herr Sam Wood during the silent year of 1922. It was considered lost for many decades until miraculously a nitrate emerged from darkness and was carefully restored by suitable curators at the “Filmmuseum”. Obviously the interest in watching such an important silent couple in that film was enormous after so many years, but this German count finds the film’s artistic merits noteworthy as well.

The words elegance and discretion best describe the tone of the film.

It is the story of a larger than life love between Dame Theodora Fitzgerald ( Gloria Swanson ) and Lord Hector Bracondale ( Rudolph Valentino ). Theodora is married to Captain Fitzgerald ( Alec B. Francis ) but it’s a matter of economics not love as the match was a way of giving financial support to her family, namely her father and her two older sisters.

The passion Lord Hector and Theodora feel for each other is depicted in a well mannered, discreet but at the same time, passionate way; a restricted love that must be suffered in silence in order to avoid a scandal and consequently put at risk the financial support of Dame Fitzgerald’s family. This is a hidden love that must wait for better times in order to be consummated.

Such restrained passion is due to decency and the social convention that such affairs not be public; after all adultery is a delicate subject for couples from all social classes, not to mention that 80 years ago it was even more complicated to depict adultery on the silent screen due to censorship. Immoral conduct although older than recorded history and practiced for centuries, cannot be justified even in an artistic way according to the censors of that day.

So Herr Sam Wood’s direction is perfect; he maintains the slow tempo and the frustrations “in crescendo” of such inappropriate love sufferings of the couple. This gives the film the perfect mood, sometimes stilted but at the same time lovely and decadent, helped by the convincing performances of both silent stars, glamorous Dame Swanson and charming Her Valentino.

Sometimes, watching the film, this Herr Von was on the verge of losing his temper and said out loud at the Schloss screen: “both of you are young, handsome and rich, so what are you waiting for to commit adultery, for Gott’s sake??!!”…, a logical aristocratic reaction. Fortunately Dame Fitzgerald and Herr Bracondale knew pretty well that it is much better to suppress basic aristocratic instincts and wait and suffer properly in order to finally get their longed for reward, or as they say in the film, wait until they have “passed the rocks and be finally in the safe waters beyond”.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must drink a cocktail on the rocks.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien


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A estas alturas silentes, no es necesario explicar quiénes fueron Dame Gloria Swanson y Herr Rodolfo Valentino, dos iconos silentes más que conocidos y reconocibles por cualquier melenudo con cierto interés por la época silente o incluso más allá de dicha época.
Ambas estrellas mudas trabajaron juntos en un único filme, “Beyond The Rocks”, una obra dirigida por Herr Sam Wood en el año silente de 1922; esta película estuvo considerada perdida durante muchas décadas hasta que milagrosamente un nitrato emergió de la oscuridad y fue cuidadosamente restaurado por los competentes melenudos del “Filmmuseum”.
Obviamente el interés en ver de nuevo y tras tantos años, a tan importante pareja cinematográfica era enorme, aunque los méritos artísticos del filme son también notables para éste conde germánico.

Las palabras que mejor describen el ambiente del filme son elegancia y discreción.

La película narra la gran historia de amor entre Dame Theodora Fitzgerald ( Gloria Swanson ) y Lord Hector Bracondale ( Rodolfo Valentino ); Theodora se ha casado con el capitán Fitzgerald ( Alec B. Francis ) solamente por interés económico y no por amor, pues de esa forma su familia, su padre y sus dos hermanas mayores, podrán vivir de forma despreocupada.

La pasión que sienten entre ambos Lord Hector y Theodora, es mostrada en el filme de forma educada, discreta y al mismo tiempo, apasionada, un amor reprimido que debe ser sufrido en silencio para evitar posibles escándalos y así evitar poner en peligro el nivel económico de la familia de Dame Fitzgerald, un amor que debe permanecer oculto y que deberá esperar mejores tiempos para finalmente ser consumado.

Tanta pasión reprimida se debe a cierta decencia y convicciones sociales que no permiten que dichos asuntos amorosos sean del dominio público, después de todo, el adulterio es un asunto bastante delicado para cualquier pareja de cualquiera condición social, sin olvidarse igualmente que hace 80 años era un asunto aún más delicado reflejar la historia de un adulterio en una pantalla silente debido a la censura, unas conductas inmorales que no pueden ser justificadas de forma artística, aunque éstas sean más viejas que la humanidad y practicadas desde centurias.

Por lo tanto la dirección de Herr Sam Wood es perfecta; mantiene un “tempo” lento al mismo tiempo que las frustraciones y los sufrimientos amorosos de la pareja van “in crescendo”, consiguiendo el filme un ambiente muy adecuado, a veces sobreactuado pero al mismo tiempo con un aire decadente y encantador, contando con la más que convincente interpretación de las dos estrellas silentes, la glamorosa Dame Swanson y el encantador Valentino.

Mientras éste conde germánico estaba contemplando el filme, estuvo a veces a punto de perder su compostura y gritar de forma elevada a la pantalla del teatro del Schloss: “Ustedes dos son jóvenes, guapos y ricos, por el amor de Gott, ¡¿a qué están esperando entonces para cometer adulterio??!!... una lógica reacción aristocrática ésta, ciertamente, pero afortunadamente, tanto Dame Fitzgerald como Herr Bracondale saben muy bien que es mucho mejor evitar esos instintos primarios aristocráticos y esperar, sufriendo de forma adecuada para finalmente obtener su tan ansiada recompensa amorosa, o como ambos comentan en el filme de forma marítima, “hemos pasado la zona rocosa y ahora estamos ya en aguas tranquilas”.

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que tomarse un “cocktail on the rocks”.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

1 Kommentar:

Richard hat gesagt…

Mi estimado Herr Graf: Me encanta la transición de su reseña de "la zona rocosa" a lo de tomar un "cocktail on the rocks". Magistral. ¡Un brindis para vos!